Alan Fonteles
Cuando Alan solo tenía 21 días, una septicemia obligó a amputarle ambas piernas. A los nueve meses de edad recibió sus primeras prótesis. Alan quería correr, así que su madre preguntó si su hijo podía entrenarse con los demás atletas. Empezó a correr con prótesis de goma y solía sangrar durante sus entrenamientos, pero su pasión era más potente y aprendió a trabajar sufriendo. En los juegos Paralímpicos de 2012, en Londres, ganó el oro de los 200 m en la categoría T44 y en julio de 2013 se convirtió en el atleta doble amputado más rápido del mundo
El deporte cambió mi vida y me enseñó muchas cosas de la vida. El deporte me da libertad. Me hace sentir un superhéroe. Correr me lleva más allá de cualquier límite o barrera que la vida me imponga.